REORDENACIÓN CIUTAT VELLA

Fondos Locales EXCLUSIVOS del Ayuntamiento de València

1. REPARTO MODAL:

En diciembre de 2013 (año en el que se aprobó el Plan de Movilidad Urbana Sostenible o P.M.U.S.), más del 48% de los desplazamientos se realizaban a pie. Esta cifra se intensifica en la zona centro de la ciudad por la afluencia de personas que atrae.

2. CONTAMINACIÓN:

La principal fuente contaminante en València es el tráfico rodado que provoca concentraciones elevadas de dióxido de nitrógeno y, en menor medida, de partículas en suspensión respecto al resto de contaminantes.

Tras estudiar los niveles de NO₂ en toda la ciudad de València mediante sensores temporales se observó un nivel máximo de contaminación en el centro histórico debido en parte, también, a que se produce una deficiente dispersión de contaminantes por la propia estructura urbanística y la dificultad de renovación de masa de aire.

3. PLAN DE MOVILIDAD URBANA SOSTENIBLE (2013):

De entre las actuaciones contempladas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (2013), cabe destacar, dentro de las “Estrategias para el peatón”, la de “potenciar los desplazamientos peatonales” y la de “recuperar y poner en valor los espacios públicos urbanos y las pequeñas centralidades de movilidad” (puntos 1 y 2).

Y dentro de las “Estrategias para el vehículo privado”, destaca “jerarquizar el viario de la ciudad bajo criterios de una movilidad más sostenible” (punto 9) y “calmar el tráfico” (punto 10).

Con la intervención en los barrios de El Carmen, El Pilar y El Mercat, el Ayuntamiento de València avanza un paso más en la reducción del tráfico de paso y en la protección de los desplazamientos para peatones y en bicicleta en Ciutat Vella. La intervención asegura el acceso motorizado a los residentes, vehículos de servicios y a los dedicados a la distribución comercial, pero evitando viales oportunistas.

Para conseguir estos objetivos se interrumpen dichos itinerarios de paso con el establecimiento de una serie de trayectos cerrados (bucles) que canalizan el tráfico de entrada desde la Ronda Interior (perímetro de Ciutat Vella) hacia los domicilios, estacionamientos, comercios y espacios reservados de carga y descarga, con salida hacia un punto próximo de la misma Ronda y sin continuidad hacia otras zonas.

Claves:

1. Discontinuidad mediante medidas blandas: El freno al paso por los itinerarios oportunistas se establece mediante señalización vertical y horizontal, sin barreras físicas, de forma que en todo momento está garantizado el acceso a vehículos de emergencia y servicios a todas las calles.
2. Zona residencial: La intervención implica que nos encontramos en una zona especialmente acondicionada y destinada, en primer lugar, a los peatones y en la que se aplican normas especiales de circulación como: velocidad máxima de 20 km/h, concesión de la prioridad a los peatones por parte de los conductores y estacionamiento permitido únicamente en los lugares indicados con señales o marcas.
3. Nuevas zonas para peatones:
   las siguientes ubicaciones pasan a ser espacios restringidos al tráfico rodado (calles peatonales): entorno de la Plaza Santa Úrsula; tramo de la calle Alta, entre las calles Santo Tomás y Mesón de Morella; las calles Pintor Fillol y Padre Huérfanos entre la Plaza del Árbol y la marginal derecha del antiguo cauce del río Turia; la salida de Quart con Guillem de Castro.
4. Cambio de sentido de algunas calles: la calle Quart –tramo entre las calles Virgen de la Misericordia y la plaza Tossal-; la calle Ripalda -tramo entre las calles Beneficència y Sogueros-; la calle Pinzón -tramo entre las calles Quart y Doctor Beltrán Bigorra-; y la calle Virgen de la Misericordia.
5. Mejoramos la calidad ambiental de la zona:
   la eliminación del tráfico no imprescindible en una zona tan singular acaba también con la contaminación atmosférica y acústica que esta genera.
6. Nuevas zonas de carga y descarga.

Vemos que de mayo de 2016, la última vez que se realizaron los aforos mecánicos sin que estuvieran implantadas las medidas de reordenación, al mismo mes de 2017 hay un descenso del 26,4% del tráfico en el global de las entradas a Ciutat Vella. Suponiendo una longitud media de desplazamiento de 0,85 km (recorrido medio de los bucles), un consumo medio de 7,5 litros de combustible cada 100 km. por vehículo y un factor de emisión de 0,2628 de combustible en kg. de CO₂ equivalente, se obtiene que cada vehículo genera 0,09 kg. de CO₂ por recorrido de 0,85 km. Esto supone que, al reducirse la cantidad diaria de vehículos en 2.592 unidades (en las salidas), se han reducido al día 233 kg. de CO₂.

Así pues, la reordenación de Ciutat Vella junto con la peatonalización de las zonas de la Lonja, Plaza del Mercado y del entorno de Serranos que se llevó a cabo en 2016, contribuye a reducir la contaminación ambiental y acústica en una zona con alto patrimonio histórico.

Al margen de que en el entorno urbano general de València más del 48% del total de los desplazamientos se hacen a pie, esta cifra se intensifica en la zona centro de la ciudad por la afluencia de personas que atrae. Calmar el tráfico y mejorar la movilidad peatonal convierte la zona en un espacio atractivo para los viandantes, fácilmente accesible en bici o transporte público y que disuade el tráfico oportunista.

Además, convierte la zona en más segura para la movilidad peatonal, sobre todo, para los más vulnerables. Así, por ejemplo, se convierte en idónea para el establecimiento de rutas escolares que fomenten la autonomía de los niños y niñas en sus caminos de casa al colegio –como las recientes cinco rutas escolares que se han ejecutado en el entorno del CEIP Santa Teresa-, lo que a su vez fomenta la movilidad peatonal y sostenible y una educación de base en torno a ella.

Se han elaborado trípticos para difundir por la zona y comunicarlo al vecindario, difusión a través de los medios de comunicación y fijación de un banner en el apartado de movilidad de la web www.valencia.es con toda la actuación y planos.